Suplemento T
Cuatrineros acerca el cielo a la tierra en el verano culturalde Montalbán | |||
La asociación cultural organizó unas actividades infantiles y una salida nocturna a Cantalobos
La Asociación Cultural Cuatrineros preparó una programación especial dentro del Verano
cultural de Montalbán para acercar la astronomía a los más pequeños aprovechando la conocida lluvia de estrellas del mes de agosto, las Perseidas
Sara Falo. Teruel,.15/08/2014
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La Asociación Cultural Cuatrineros preparó una programación especial dentro del Verano cultural de Montalbán para acercar la astronomía a los más pequeños aprovechando la conocida lluvia de estrellas del mes de agosto, las Perseidas.
Por la tarde del pasado martes medio centenar de niños de 3 a 10 años participaron en tres talleres distintos en los que descubrieron los secretos que oculta el cielo nocturno y además conocieron la silueta de las más conocidas constelaciones como la Osa Mayor, la Osa Menor o Casiopea. Los más pequeños se inventaron su propia constelación y le pusieron el nombre que más les gustaba. Otro grupo fabricó su propio planisferio para poder localizar e identificar en el cielo las distintas estrellas y saber cómo se llaman. Los mayores afrontaron un reto de gran dificultad porque a la astronomía unieron el arte milenario japonés del origami y realizaron una figura con la que jugar y descubrir las constelaciones más importantes que se pueden visionar en las noches oscuras del mes de agosto.
Concluyeron la jornada con unos juegos estelares en los que los participantes construían su propia constelación colocando sus extremidades en un panel estrellado sin perder el equilibrio.
Por la noche les tocó el turno al resto de la familia y en grupo se desplazaron hasta el paraje de Cantalobos, a casi 1200 metros de altitud, en donde el horizonte es más amplio y despejado, muy alejado de cualquier punto de iluminación. Los organizadores desplazaron hasta este apartado paraje dos binoculares para visionar la luna llena que estos días impedía contemplar la noche más oscura y convertirla así en un aliado, en la que descubrir los cráteres de la luna, Esta fue una noche en la que resultaba difícil ver las Perseidas ya que las nubes iban avanzando a medida que pasaban las horas. Los numerosos participantes, de todas las edades, pudieron ver también por el telescopio el planeta de Saturno con sus característicos aros. La jornada concluyó antes de lo previsto por las temidas nubes que finalmente cubrieron todo el firmamento.
Al día siguiente completaron la actividad con la observación del sol en el Observatorio ubicado en la cúpula en la parte superior del edificio Ítaca de la localidad. Los participantes, en grupos de 6 personas, fueron subiendo hasta la planta superior de esta sede cultural para ver los colores rojos del sol, sus protuberancias, manchas y alguna que otra "llamarada" que se apreciaba en los bordes del astro rey. Los más pequeños se mostraban sorprendidos de lo rojo que era el sol porque "en el cielo se ve amarillo" comentaban sorprendidos Lucía y Gael, tras bajar del Observatorio. Los mayores no dejaban de extrañarse por la nitidez con la que se identificaba el sol y porque "es más normal ver el cielo por la noche y las estrellas, pero nunca habían visto el sol así".
En total han participado en esta jornada de astronomía más de un centenar de personas de todas las edades que han conocido de primera mano las maravillas que encierra el cielo, tanto diurno como nocturno, y que tan bien se pueden observar en el limpio cielo montalbino.
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