Hace ahora 25 años nacía un proyecto que ha acabado convirtiéndose en una pieza fundamental en la conservación del patrimonio y la cultura en nueve localidades de la provincia de Teruel. Se trata del Parque Cultural del Río Martín, una asociación intermunicipal que se constituyó oficialmente en Montalbán el 17 de marzo de 1995 pero que se ha ido perfilando con esfuerzo y dedicación para convertirse en lo que es actualmente. Esta entidad fue, además, «germen» de la Ley de Parques Culturales, aprobada en 1997 en Aragón y que ha cristalizado en la actual red de parques, que cuenta con seis en toda la comunidad autónoma.
Durante este cuarto de siglo el Parque Cultural del Río Martín ha realizado multitud de actuaciones, motivado siempre por valorizar los recursos endógenos de los pueblos que integra, que pertenecen a tres comarcas: Cuencas Mineras (Montalbán, Peñarroyas, Torre de las Arcas, Obón y Alcaine), Andorra-Sierra de Arcos (Alacón, Oliete y Ariño) y Bajo Martín (Albalate del Arzobispo). Mucho se ha avanzado en la puesta en valor, pero desde que se constituyó el Parque la prioridad estaba clara: «se procuró conservar y proteger el patrimonio antes de darlo a conocer y antes de articular una serie de visitas», explica Pepe Royo, gerente del Parque Cultural del Río Martín. Un trabajo, el esos primeros años, que consistió en sacar brillo a todas y cada una de las joyas que aguardaba el territorio y que son, además, de diversa naturaleza. «Solo por poner un ejemplo que afectó a todo el Parque Cultural… Imagínate más de 52 abrigos con arte rupestre estudiados, documentados por medio de fotografías, grabaciones… y en una veintena se tuvo que actuar con protección física», explica. Mucho trabajo y esfuerzo que ha permitido adecuar estos valiosos recursos que son puntos de gran interés. Y es que el arte rupestre del arco levantino del Parque está declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. De hecho, como señala Royo, «el entorno de protección de esos abrigos es lo que motiva la delimitación actual».
A estas actuaciones han de sumarse otras muchas en las que ha intervenido el Parque, como la restauración y conservación de la Iglesia de Santiago el Mayor de Montalbán. «Nos faltaría ahora recuperar las pinturas murales pero es una joya del gótico-mudéjar», explica. No obstante, puntualiza, la labor del Parque es de «coordinación», puesto que «todas las actuaciones que se han llevado a cabo son fruto de la colaboración interadministrativa».
Una labor de coordinación que ha permitido recuperar edificios de gran valor como las neveras de Alcaine o Albalate; almazaras como la de Alacón; o lavaderos como el de Obón. A ello hay que sumar los trabajos de investigación y adecuación en puntos como la necrópolis visigodo medieval de las Lastras de San José en Albalate; o la fortaleza ibérica del Cabezo de San Pedro, en Oliete, con la torre en altura más antigua conservada en toda la península. Además, como indica Royo, «todo el Parque se articula por medio del sendero GR-262 y una serie de pequeños recorridos para ir a puntos de interés».
La celebración de los 25 años al parecer tendrán que esperar, al igual que algunas actuaciones, que han tenido que retrasarse por la crisis sanitaria del Covid-19. Esperan, eso sí, sacar la cuarta edición de la guía turística del Parque Cultural actualizada. En este ‘cumpleaños’ Royo recuerda la importancia que han tenido en toda la historia de la entidad los Ayuntamientos de los pueblos integrantes, al igual que muchas asociaciones que se han implicado para proteger todo aquello que les identifica.