Fuente informativa: https://identidadaragonesa.wordpress.com/2013/10/29/la-noche-de-las-animas-en-aragon/
LA NOCHE DE LAS ÁNIMAS o DE ALMETAS
¿Sabías que en #Aragón siempre se ha celebrado esta festividad con nuestros propios ritos en la Nueit d’animas o la Noche de Almetas?
Hogueras en las plazas de los pueblos y barrios, música tradicional para guiar a las almas, representaciones teatrales que conectan con los que ya no están.
No son pocos los que ven con preocupación la cada vez mayor penetración de muchos elementos de la fiesta conocida como “Halloween” en nuestra sociedad. Quizá se queden más tranquilos cuando sepan el más conocido de esos elementos, las calabazas esculpidas con caras siniestras e iluminadas con velas, forma parte desde tiempo inmemorial de las tradiciones de varias poblaciones aragonesas. En Aragón las calabazas encendidas no sirven para señalar o caracterizar a un muerto como sucede en los países nórdicos, sino para guiar a las almas en su camino hacia la muerte. En algunas localicades, se realiza un pasillo de calabazas iluminadas a los dos lados del camino al cementerio, para que las almas no se pierdan y así no se queden para molestar a los vivos en un mundo que ya no les pertenece. El objetivo, dicen los mayores de la localidad, era echar del pueblo a las ánimas y tenerlas lejos en una jornada en la que los planos de la vida y de la muerte se acercan demasiado.
Sí, el símbolo de la fiesta estadounidense es parte fundamental de algunas celebraciones típicas en Aragón. Y no es más que una de las muchas manifestaciones con las que se han enfrentado históricamente los aragoneses a la noche de las ánimas.
Una jornada que, como primera gran diferencia con la expansionista fiesta americana, aquí no se celebraba en la víspera de Todos los Santos, sino en la madrugada del 1 al 2 de noviembre.
 |
Calabazas de la huerta Montalbina, protagonistas en esta festividad |
La llegada del mes de noviembre marca la tradicional Noche de ánimas en Aragón (también llamada Nueit d'animas o Noche de almetas). ... Según cuentan las tradiciones, durante la noche del 1 al 2 de noviembre los espíritus abandonaban los cementerios para apoderarse de los cuerpos vivos.
Aunque parece que todas las costumbres aragonesas de la Noche de las Ánimas se orientan hacia evitar el contacto, la propia celebración de la fecha es símbolo de una necesidad que siempre ha existido desde el principio de los tiempos: establecer algún tipo de relación con ese otro mundo paralelo. De hecho, existe en Aragón una forma muy especial de contactar con las almas.
Nuestra “ouija” particular es un plato lleno de judías sin cocer. Si se deja en una habitación durante la Noche de las Ánimas, el espíritu del difunto con el que se quiere contactar separará del plato tantas judías como misas necesite para salvarse.
Un ejemplo más de cómo Aragón siempre ha tenido sus propias costumbres para celebrar esta noche.
 |
Plato de judías aragonesas secas para contactar con las almas |
No hay comentarios:
Publicar un comentario