CAPITAL HISTÓRICO CULTURAL

MONTALBÁN....CAPITAL HISTÓRICO-CULTURAL DE LA COMARCA "CUENCAS MINERAS"(Teruel).-
LEY 28/2002, de 17 de diciembre, de creación de la Comarca de Cuencas Mineras....
Art 2:" Capitalidad.1.La Comarca de Cuencas Mineras tiene su capitalidad en el municipio de Utrillas, donde tendrán su sede oficial los órganos de gobierno de la misma.
La capitalidad histórico-cultural tiene su sede en el municipio de Montalbán."

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lunes, 8 de agosto de 2022

EFEMÉRIDE MONTALBINA ; ¿QUÉ SUCEDIÓ TAL DÌA COMO HOY, 8 DE AGOSTO, EN RELACIÓN A MONTALBÁN, EN EL AÑO 1834?

 Fuente informativa: Efemérides Turolenses


En Montalbán, a 8 de agosto de 1834   


Entran en Cuevas de Cañart los cabecillas carlistas Carnicer y Cabrera, con 200 infantes y 40 caballos; de ahí se dirigen a Montalbán



Fuente: https://ifc.dpz.es/webs/atlash/indice_epocas/contemporanea/85.htm

LA PRIMERA GUERRA CARLISTA EN ARAGÓN (1833-1840) ·P. V. Rújula López.

A la muerte de Fernando VII se origina en tierras aragonesas un movimiento de rebeldía popular que tiene lazos directos con la formación de partidas realistas en el Trienio liberal y, más próximos, en la sublevación de los malcontents catalanes (1827) cuya actividad había llegado a los Puertos de Beceite y alertado seriamente a las autoridades de Aragón.

1. La primera manifestación de este movimiento fue la aparición de un número considerable de pequeñas partidas que demostraron su efectividad permaneciendo como base de la reacción después de fracasar, una tras otra, las iniciativas fraguadas en las ciudades. Su objetivo principal estaba centrado en la subsistencia, lo que se tradujo en ágiles correrías al sur del Ebro desde el Campo de Cariñena al Bajo Aragón, apoyadas en la aquiescencia de muchos pueblos y violentando la escasa resistencia que algunos oponían a sus abastecimientos. Durante esta primera fase el componente de rebeldía campesina sobrepasó los límites del planteamiento político que hacían los organizadores afines a don Carlos, lo que repercutió en la indefinición inicial del movimiento. De su actitud sólo se desprende con claridad el enfrentamiento con el poder vigente tras la muerte de Fernando VII, y son menos frecuentes comportamientos nítidos como el del Barón de Hervés quien, puesto al mando de un levantamiento carlista en Morella, inició una marcha sobre el Bajo Aragón que terminaría en Calanda con una derrota total. El liderazgo personal es clave en la formación de partidas y así, aunque la figura de Carnicer es reconocida como autoridad en Aragón, su prestigio no impide que Conesa o Quílez desplieguen su actividad con independencia, o que partidas de incidencia local perpetúen aisladamente sus acciones.

2. En marzo de 1835 Carnicer sale hacia Navarra a recibir instrucciones de don Carlos, pero es descubierto en Miranda de Ebro y fusilado unos días después. Cabrera, que había quedado como Jefe accidental de los carlistas del Bajo Aragón, verá consolidada su posición a finales de año con el nombramiento de Comandante General del Bajo Aragón. Desde entonces hasta el final de la guerra será, indiscutiblemente, la máxima autoridad carlista en Aragón y Valencia. Los años 1835 y 1836 sirvieron para que Cabrera dotase de cohesión a las partidas aisladas y las integrase en una estructura que cada vez se aproximaba más a la de un ejército. A la vez las acciones se fueron haciendo sistemáticas y, aunque la extensión de éstas se redujo, comenzaba a definirse un área de auténtico control carlista ‹zonas altas del Bajo Aragón y Maestrazgo ‹donde circulaban con libertad, obtenían raciones fácilmente y recibían constantes noticias de la posición de las columnas liberales. Signo evidente de que el potencial carlista está en aumento es el ataque a núcleos fortificados de cierta entidad como Alcañiz, Caspe o Montalbán.

3. La actividad carlista del año 1837 gira en torno al paso de la «Expedición Real» por tierras aragonesas. La Expedición, que debería terminar en Madrid proclamando rey a don Carlos, pasó a la provincia de Huesca, procedente de Navarra, el 20 de mayo con unos 14.000 hombres en sus filas y cuando alcanzó la frontera catalana ya había derrotado dos veces, en Huesca y Barbastro, a las tropas liberales. Después de cruzar el Ebro en Cataluña y adentrarse en Valencia, atravesaron la provincia de Teruel desde el sur hasta Herrera de los Navarros, donde vencieron de nuevo al ejército liberal, y de allí descendieron por el Jiloca hasta la Sierra de Albarracín por donde se internaron en Castilla. Casi todas las acciones de este año estuvieron vinculadas al abastecimiento de la Expedición y las principales incursiones tuvieron lugar en zonas llanas, de acceso rápido y sin apenas defensa. Cantavieja y los Puertos de Beceite son ya piezas clave para la infraestructura del carlismo en Aragón.

4. A partir de 1838 la actividad carlista entra en su fase de mayor extensión, no sólo por la acción de las fuerzas radicadas en Aragón, sino también por la incidencia que tienen las incursiones que se producen en la franja fronteriza de Huesca con Navarra y siguiendo el curso del río Jalón. Las principales ciudades al sur del Ebro, Calatayud, Zaragoza, Caspe, Alcañiz y Teruel, tienen los carlistas en sus puertas, y el territorio que media entre ellas está fuera del control de las tropas liberales.

A finales de 1839 las tropas al mando de Cabrera disponen de siete núcleos fortificados en Aragón respaldados por un control estable del territorio y una estrategia defensiva. Frente a esto, Espartero, con las tropas desocupadas en el norte por la firma del Convenio de Vergara, opone una línea de fortificaciones desde Alcañiz a Castel de Cabra tras la que sólo queda el fuerte carlista de Segura. Esta estrategia perseguía contener la actividad carlista al sur de la línea fortificada mientras a sus espaldas la incomunicación acababa con toda resistencia. A finales del invierno se inicia la ofensiva de los ejércitos liberales que desde el N., al mando de Espartero, toman Segura y poco después Castellote, y desde el sur, mandados por O'Donnell, ocupan las fortalezas de Aliaga, Alcalá de la Selva y Cantavieja. Con Cabrera enfermo y estos núcleos fortificados rendidos puede darse por terminada la resistencia carlista en Aragón, aunque todavía será la base del ejército liberal en sus operaciones contra Morella, cuya rendición se consigue el 30 de mayo de 1840.





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