Fuente informativa: El Periódico de Aragón
La entidad, con una trayectoria de más de 120 años, recibió ayer el premio en la gala organizada por EL PERIÓDICO DE ARAGÓN
La foto de los galardonados. - ÁNGEL DE CASTRO / CHUS MARCHADOR
EL PERIÓDICO
08/05/2019
La Fundación La Caridad, que lleva 120 años luchando contra la exclusión social en Zaragoza,
se alzó anoche con el galardón Aragonés general del Año tras haber sido el candidato más votado
por los lectores de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN entre los 20 que optaban en las distintas
categorías. Se reconoció así su trabajo por la inclusión de los colectivos más vulnerables de la ciudad,
donde actualmente atiende a más de 2.300 personas.
El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, hizo entrega del premio al director de la
Fundación La Caridad, Daniel Gimeno. Se trata de una estatuilla con forma de paloma, obra de
José Antonio Barrios, que simboliza la esencia de los aragoneses, los que protagonizaron la velada,
que reunió a más de un millar de invitados en el Palacio de Congresos de la Expo, y los que
participaron con sus votos.
La gala, presentada por Adriana Oliveros, periodista de EL PERIÓDICO y directora de Zeta
Audiovisual en Aragón, contó este año con una colaboración muy especial de los trabajadores del
diario, que hicieron entrega de los premios. En la categoría de Ciencia e Investigación, resultó
premiada la investigadora Nunilo Cremades, del Instituto de Biocomputación y Física de Sistemas
Complejos de la Universidad de Zaragoza. La distinción le fue entregada por el delegado de
Telefónica en Aragón, Federico Tartón.
En el apartado de Valores Humanos, la cardióloga Marisa Sanz, del hospital Miguel Servet,
fue la más votada por los lectores. El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, le entregó el premio.
En Deportes, la futbolista y atleta Salma Paralluelo fue la más refrendada para recibir el premio de
la categoría. La aragonesa, que se encuentra compitiendo en Rumania, envió un video para agradecer
el galardón y fueron sus padres quienes recibieron la distinción de manos del gerente de EL
PERIÓDICO DE ARAGÓN, Juanjo Espligares.
La Banda del Canal, que lleva más de 40 animando con música la ciudad, se alzó con el galardón
en la categoría de Cultura y Espectáculos. Míchel Zarzuela, uno de sus fundadores, recibió la
estatuilla de manos de la presidenta de las Cortes de Aragón, Violeta Barba.
En la categoría de Empresa, Bodegas San Valero fue la triunfadora. El grupo, que pertenece a
la Denominación Origen Cariñena y celebra este año su 75 aniversario, fue el más votado por los
lectores. El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, entregó el premio a José Antonio Ruiz de
Bodegas San Valero.
Como viene siendo habitual, el único premio no votado es el Aragonés de Honor, concedido por un
comité de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN. Este año recayó en la Asamblea 8M de Zaragoza e
hizo entrega del mismo el delegado de Prensa Regional de Grupo Zeta, Enrique Simarro.
Carmen Navarro, Julia Mallol y Lourdes García fueron las encargadas de subir al escenario para
recoger el premio.
Durante la gala, que finalizó con una cena lunch en el hotel Híberus, actuó la compañía de danza
La Mov y se rindió un sentido homenaje a Michel Vallés, periodista de EL PERIÓDICO DE
ARAGÓN fallecido el pasado mes de diciembre.
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MARISA SANZ / PREMIO VALORES HUMANOS 2019
Una vida dedicada al cuidado del
paciente
Marisa Sanz es la responsable de la unidad de Insuficiencia Cardíaca del Hospital Miguel Servet de Zaragoza. -
08/05/2019
Hay pocas profesiones más bonitas que la de mejorar el bienestar y la vida de los pacientes.
Si no que se lo pregunten a la responsable de la Unidad de Insuficiencia Cardíaca del Hospital
Miguel Servet de Zaragoza, Marisa Sanz. El servicio que capitanea recibió el año pasado,
por parte de la Sociedad Española de Cardiología, el sello de calidad que acredita que cumple
con todos los requisitos en la atención de las enfermedades cardiovasculares y ofrece todos
los nuevos avances para tratar a los enfermos.
Ante el problema de tener que trasladar a los aquejados de insuficiencia cardíaca de esta
comunidad a otras, esta profesional, junto con todo el equipo del servicio quirúrgico,
empezó a moverse para «pudieran tener un trasplante propio», expresa Sanz.
Así, comenzó la andadura de este nuevo modelo de gestión hospitalaria que consta de
tres fases: auditoría, con visita a las instalaciones y entrevistas con los miembros de la unidad;
y emisión de un informe final. «Premian un trabajo diario para mejorar la salud de los pacientes
que repetían y repetían ingresos.
Pueden llamarnos cuando quieran o venir a la unidad.
Hemos conseguido reducir así este número y hacer que la relación médico paciente sea mucho
más estrecha. No mejoramos pronóstico, pero sí calidad de vida», expresa con humildad Sanz
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